Este fin de semana pasado, se celebró el Torneo de campeones en el sur de la Isla, concretamente en el campo de Guargacho.
En principio no había favoritos, pero si teníamos la sensación de que llegabamos con posibilidades de competir por el título y así lo entendió la afición que se vació animando al Cardonal en el campo.
En semifinales nos medimos al Teide, al que nuestro equipo derrotó por 5-1 en un muy buen partido, donde la condición física fue
determinante en el desarrollo del juego, y es que el Cardonal fue un ejemplo de oficio sobre el campo. Los goles de Borja (2), Alexander, Owen y Alejandro certificaban el pase a la final, en una eliminatoria que fue algo más cómoda de lo esperado, si bien el Teide fue un digno rival, y tiene muy buenos jugadores, pero insisto en que la condición física no les acompañó.
Destacar la actuación de Alexander, que se marcó un partidazo, demostrando que este equipo es un auténtico bloque compacto.
Luego llegó la esperada final, ante un Atlético Chenet que había ganado 4-0 al Icodense en semifinales, dejando una gran imagen.
Pero Borja no dio opción, y en solo 4 minutos, ya había marcado dos goles que encarrilaban la final, y sorprendían a todos los que allí se encontraban.
El dominio del Cardonal era indiscutible, y a pesar de la calidad y velocidad de los jugadores rivales, nuestro futbol-control y rápidos contraataques, apoyados en una enorme defensa, desarbolaban a un Chenet que encajó el tercero
antes del descanso por medio de Alejandro.
En la segunda parte seguimos controlando el partido, y fue en el minuto 40 cuando Borja hacía el 4-0 que casi certificaba el título.
Pero hasta el rabo todo es toro, y en solo 5 minutos el filial del Atlético de Madrid logró dos goles que les animaron a estirarse un poco para arriesgar y conseguir empatar, pero en otra espectacular contra, Owen cerraba de un zurdazo la final, dejando un 5-2 final que daba al Cardonal el título y sobre todo, el reconocimiento de todos los que allí se encontraban, que fue sin duda, el mejor premio.
Ya haré una crónica de agradecimiento más extensa, pero ahora quiero agradecer a la familia del Teide y del Chenet su gran comportamiento, su fair-play en todo momento, y a todos los que se desplazaron hasta allí para apoyarnos en un viaje inolvidable...., que como digo, ya contaré con pelos y señales, porque esos viajes en guagua son para contarlos.